Jardines del Palacio de Versalles
El Palacio de Versalles, uno de los lugares más visitados de Francia, nos acoge con sus laberintos, donde la fantasía y el ensueño se entrelazan con el tiempo de una forma un tanto trágica, especialmente al pasear frente a los aposentos de María Antonieta, una de las figuras principales en esta historia.
Típica imagen de este Palacio, sus jardines son más que un deleite para la vista, permiten la recreación, el sosiego que incita al descanso…
Patos en los lagos del Castillo
Inmersos en los jardines, los lagos que están dentro del Palacio de Versalles nos entregan un oasis en días de intenso calor, y son el refugio perfecto en aquellas tardes de invierno para acrecentar el contacto con la naturaleza.
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Ávidos de rescatar imágenes, nos acercamos a los patos para verlos más de cerca. Sin duda alguna, son ellos los que vienen a nuestro encuentro con el afán interesado de conseguir su alimento.
Bosques del Palacio
Arquitectos, paisajistas y profesionales de la jardinería unieron sus esfuerzos para construir, durante el siglo XVII, uno de los dominios más importantes de la realeza francesa. Construidos en diferentes etapas, guardan un exquisito estilo barroco francés y un gusto inmenso por el contacto con la naturaleza.
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En sus caminos es habitual ver gente andando en bicicleta, corriendo o simplemente caminando, como parte del entrenamiento diario que, aunque parezca obligado, es de lo más placentero. Bosques, jardines y canales son el nexo ideal para el rélax. El aire puro que se respira, se permite un espacio que nos cautiva en el mismo instante en que cruzamos el umbral. Todo allí es naturaleza que embriaga los sentidos.
Un hongo, orgullosamente erguido, asoma entre el césped y las hojas, tempranamente doradas, que el otoño se ha empecinado en derribar.
Arte en el Castillo de Versalles
También este castillo es un espacio para la libre expresión del desarrollo artístico. Además de las típicas fuentes de agua y las esculturas en piedra, son incesantes las muestras de arte que se ofrecen al aire libre, como con cada uno de estos árboles y topiarios, modelados a imagen y semejanza de quien los esculpe, en el presente de un pasado histórico.
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Las fuentes de agua
La Fuente de Apolo es, quizás, la más emblemática, ya que éste representaba al Rey. Es la que nos recibe de forma incondicional, dando el presente al comenzar el recorrido. La primera de tantas otras, entre las que se destacan La Fuente del Dragón, El Estanque de Neptuno, La Fuente de Baco y La Fuente de Ceres. También forman parte de este conjunto, entre otras, La Fuente de Saturno, La Fuente de Latone, El Estanque del Espejo y La Pequeña Venecia; esta última, construida para tránsito de góndolas y botes de diferentes estilos.
Las grandes aguas
Las Grandes Aguas son maravillas que no pueden dejar de verse. Este espectáculo con fondo musical se puede disfrutar los fines de semana, desde la primavera hasta comienzos de otoño.
Las Grandes Aguas Nocturnas, espectáculo musical disponible solamente en verano, es un deleite para los oídos, y casi tan imprescindible como disfrutar del show de fuegos artificiales enfrente del Gran Canal.
El Palacio de Versalles y sus Jardines fueron declarados por la UNESCO como «Patrimonio de la Humanidad» en 1979.
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